La idea surge después de haber leído "El hereje" del vallisoletano Miguel Delibes. Se plantea la posibilidad de organizar un viaje cultural, para realizar la llamada "Ruta del hereje", que se realiza por la ciudad de Valladolid y que recorre lugares importantes donde están ambientados la novela.
A partir de aquí, se inicia la preparación del mismo, quedando el calendario de la siguiente forma:
Sábado, 23 de octubre: Visita a Valladolid: ruta del hereje, centro de Valladolid, Plaza Mayor, Catedral, Iglesia de la Vera-Cruz, donde se encuentra un hermoso Cristo atado a la columna de Gregorio Fernández. Por la tarde, almuerzo en Medina de Rioseco y visita cultural por el pueblo, donde descubrimos joyas como la Iglesia de Santa María, donde se encuentra la capilla de los Benavente donde todos alucinamos, la Iglesia de Santiago, el convento de San Francisco y algunos pasos de la Semana Santa riosecana, concretamente el Descendimiento y La Lanzada. También pasamos por la Iglesia donde se encuentra el Museo de la Semana Santa, un imponente templo que estaba proyectado para hacerse en la ciudad de Roma. Medina de Rioseco nos deja maravillados, la mayoría desconocíamos el gran valor artístico que tiene esta población castellana. Volvemos a Urueña cansados pero satisfechos, una cena, un paseo de lo más divertido por la muralla y a descansar.
Domingo, 24 de octubre (Día de la biblioteca): Desayunamos y visitamos Urueña, disponemos de poco tiempo, así que la visita se convierte en una desenfrenada carrera por ver lo máximo de la "Villa del Libro", compramos algunos libros, un poco de chacina castellana y nos dirigimos hacia San Cebrián de Mazote donde visitamos la Iglesia de San Cipriano (Cebrián), una joya del mozárabe que nos lo explican entre nuestra amiga Pepa, que lo lleva estupendamente preparado y la propia guía local. De allí, rumbo a Tordesillas, el Duero se ve hermoso desde esta histórica villa. Paseamos por la Plaza Mayor, por el Monasterio de San Antolín, justo en frente del mismo, se encuentra una reciente escultura de Dª. Juana, Reina de Castilla, que Tordesillas le dedica en 2003. Después de tomar unos excelentes verdejos, recomendados por Carmen, nos dirigimos al Real Monasterio de Santa Clara, donde, a parte de algún percance por parte del personal de Patrimonio, hacemos una visita al mismo y descubrimos su belleza y su majestad. Nos llama la atención que no nos nombren para nada a Dª. Juana, ya que vivió allí, recluida durante muchos años. Después de esta visita, nos montamos en el autobús y llegamos a Sanlúcar unos minutos antes de las 12 de la noche con la sensación general de haber vivido una experiencia de lo más agradable y enriquecedora. La conclusión general es que tenemos que repetir la experiencia.
¡¡¡Ancha es Castilla!!
