lunes, 11 de noviembre de 2013

Centenario: Albert Camus


El pasado día 7 de noviembre se cumplió cien años del nacimiento de Albert Camus, quien recibió el Premio Nobel de literatura a los 44 años de edad, y tempranamente murió, a los 47 años, en un accidente automovilístico. Viajaba en el auto del editor Michel Gallimard; hallaron en su bolsillo, para esa misma tarde, un billete de tren. Nacido el 7 de noviembre de 1913, en Mondovi, Albert Camus pasó su infancia en ese pueblito argelino donde el sol (una constante de su obra literaria) hacía más llevadera la pobreza.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, su padre, Lucien Auguste Camus, marchó al frente y fue una de las primeras víctimas en el Marne. La muerte sería otra constante en sus obras. Catherine Sintes, su madre, se instaló con sus hijos en el barrio obrero de Belcourt. Catherine era una mujer callada, analfabeta y medio sorda; trabajaba intensamente, en tareas domésticas, para poder mantener a sus hijos. Albert Camus compararía el silencio de su madre con el silencio del mar. En su hermosa novela “El primer hombre” (cuyos manuscritos no había corregido, ni siquiera terminado, hallados en el lugar del fatal accidente), escribió páginas conmovedoras sobre ella, con profundo amor.
A los cinco años, Camus ingresó a la escuela municipal; cinco años más tarde había terminado la enseñanza primaria. Su maestro, Louis Germain, impresionado por su inteligencia, le procuró una beca. Y gracias a él, continuó estudiando.
En la primavera de 1940, Camus marchó rumbo a Marsella llevando con sus escasas pertenencias los manuscritos de su novela “El extranjero” y los apuntes de “Calígula”. Luego, en París, conoció a su admirado André Malraux, quien lo enroló en la Resistencia. Cuando los ejércitos de Francia Libre entraron en París, el periódico “Combat” dejó la clandestinidad para salir a la luz, con un editorial escrito por Camus titulado “La sangre de la Libertad”.
Ya era un hombre famoso (le habían concedido la “Rossette”, una de las medallas más importantes de la Resistencia) pero no era aún exitoso literariamente. Nunca dejó de trabajar; y continuó expandiéndose en el mundo de la cultura, sin dejar de brillar en la vida social.
En obras como “La peste” y “El estado de sitio”, desplegó el enorme talento que ya había puesto de manifiesto en “El extranjero” (publicada por recomendación de Malraux), una de las novelas con más traducciones en el mundo. Era, el suyo, un talento peligrosamente precoz: a la edad en que otros escritores alcanzan la madurez creadora, había escrito varias obras memorables y obtuvo el Premio Nobel de literatura, el que dedicó a su maestro escolar.
Albert Camus, un escritor vitalista, mostró sus diferencias con todas las formas de radicalismo, y preconizó una moral por la cual el hombre puede resistir a toda presión exterior y hacer frente a su propia condición. Era evidente que, por encima de sus ideas, dominaban los sentimientos. Lo impulsaron siempre las razones del corazón. El 4 de enero de 1960, Albert Camus murió, a los 47 años. El centenario lo encuentra enriquecido por sus aristas de sabiduría y verdad, en estos tiempos de crisis de valores artísticos, sociales y políticos. Su viuda dejó caer sobre el féretro una rosa roja. Y su amigo, Andre Malraux, quien era entonces Ministro de Cultura de Francia, dijo al despedirlo: “Ha muerto el mejor de nosotros”