lunes, 30 de marzo de 2009

Libros que han de leerse alguna vez en la vida: 1. La madre de Gorki


He aquí la novela más importante del vigoroso escritor Máximo Gorki, sin duda la más difundida, la más ansiosamente leída por el público, debido a su hondura dramática y sus valores humanos. La publicación de La madre provocó una conmoción en la opinión pública rusa. Al principio, la obra fue completamente adulterada por la censura zarista, y su autor, perseguido y calumniado por atreverse a levantar el telón de un mundo que no debía, mostrarse. La actual edición es fiel a la obra original, y el lector encontrará en ella cuanto de verdadero y sobrecogedor puede esperar de un relato que es la auténtica versión de una realidad viva.

(Seudónimo de Alexéi Maximóvich Peshkov; Nijni-Novgorod, 1868 - Moscú, 1936) Novelista y dramaturgo ruso, maestro del realismo y considerado una de las personalidades más relevantes de la cultura y de la literatura de su país. Tras la muerte de su padre, cuando contaba cuatro años de edad, Gorki se trasladó a vivir con la familia de su abuelo, en un ambiente pequeño-burgués venido a menos y en ocasiones rayano en la pobreza. Ese mundo de su niñez, que lo marcó decididamente, se recrea magistralmente en Mi infancia (1913-1914), primera parte de su trilogía autobiográfica.

Gorki esta considerado un modelo de escritor autodidacto. A los once años se marchó de la casa de su abuelo y emprendió una vida llena de aprendizajes incompletos, largas navegaciones por el río Volga, y numerosos viajes al sur de Rusia y a Ucrania, que serán el tema del también autobiográfico Mis universidades (1923). El éxito literario le llegó tras la publicación del relato breve Makar Chudra en 1892, donde combina una descripción brillante de la naturaleza con un rico flujo narrativo interno para abordar el tema de la dignidad humana y la libertad en forma folclorista y ultra romántica.

El título más importante de ese giro proletario es La madre (1907), escrita durante un viaje que realizó a Estados Unidos para recolectar fondos para la causa bolchevique. La novela narra la historia de una madre que adopta la causa del socialismo como una suerte de religión, después de que su hijo, un activista político, es arrestado. Elogiada con entusiasmo por Lenin, adquirió una injustificada fama durante el período soviético, como ejemplo del triunfo inevitable de las ideas comunistas.

En la isla, en la década de 1920, escribió su mejor novela, El negocio de los Artamonov (1925) y emprendió la monumental y épica La vida de Klim Samgin, que la muerte no le permitió concluir. Esas obras y algunas piezas para teatro escritas en esos años, evidencian que le era imposible conciliar sus intereses artísticos con la idea estalinista de la literatura. Sin embargo, en 1928 regresó nuevamente a Rusia, convirtiéndose en vocero del régimen y abogado de la doctrina del realismo socialista, lo que tuvo un decisivo y nefasto efecto sobre su reputación intelectual. Murió en Moscú en circunstancias que todavía no han sido aclaradas.